viernes, 14 de diciembre de 2012

EXCURSIONES REALIZADAS

Por espíritu aventurero y por el elevado precio de las excursiones que propone Iberocruceros, nos inclinamos por hacer las excursiones por nuestra cuenta los ocho miembros de la mesa 6. En ocasiones, como en Casablanca y en Río, se unió más gente a nuestro grupo.

La excursión de cuatro horas por Casablanca la hicimos con dos taxis y salimos a 20 € por persona. Si los hubieramos tomado fuera del puerto nos hubiera costado la mitad o menos. Visitamos primero la mezquita de Hassan II (12 € por persona) con una atenta guía. Seguimos por la Corniche (incluyendo un pequeño paseo a pie) hasta el Mausoleo de la Buena Suerte y los cines Imax.
Atravesamos el barrio de Anfa pasando por el Palacio Real y el Hipódromo. Pasamos por el Twin Center y la Medina Nueva.
Después de una parada en un establecimiento donde nos ofrecieron aceite de Argán, árnica... y masajes a 4 € fuimos a callejear por la abigarrada nedina vieja. Y desde allí al cercano puerto para embarcar.

Más económica resultó la excursión en Tenerife : 2,5 € por persona que es el importe del trayecto desde Santa Cruz de Tenerife hasta La Laguna en tranvía.
A las 10:30 hicimos la visita guíada (gratuita) a la ciudad de La Laguna. Antes visitamos el convento de Santo Domingo. Después de la visita nos dirigimos al mercado donde nos tomamos un barraquito (especie de cortado con limón y canela).
De regreso a Santa Cruz paramos en la plaza Weyler para callejear por la ciudad hasta llegar al puerto.

En Maceió tomamos el autobús de aproximación a la salida del puerto y desde allí fuímos andando hasta el centro, Callejeamos por las calles peatonales y la Praça dos Martirios. Visitamos la austera Catedral y subimos hasta el Mirante de Säo Gonçalo. Luego pasamos por la Academia Alagoana de Letras y la Biblioteca Pública.
El regreso al Porto de Maceió lo hicimos paseando por la Praia da Avenida. Otros compañeros optaron por tomar un taxi que les costó 4 €.

La excursión de cuatro horas en una van en Salvador de Bahía nos costó 30 reales por persona.
La primera parada fue en el Farol de Barra. Después de seguir el recorrido por la costa fuimos a hacer fotografías al Dique de Tororó con sus esculturas flotantes.
Paramos por el Campo Grande y vimos el Teatro Castro Alves.
La siguiente visita fue la Iglesia de Bonfim y el fuerte que hay en Ribeira.
Desde allí fuimos hasta las proximidades del Convento de San Francisco cuyo interior visitamos (10 reales)
A continuación fuimos al Pelourinho y la Fundación Casa de Jorge Amado. También al Convento del Carmen que no pudimos visitar por ser lunes.
Desde allí nos dirigimos a la Praça da Sé y al Palacio Riio Branco.
Descendimos a la ciudad baja con el Elevador Lacerda (0,30 reales) y realizamos algunas compras en el Mercado Modelo desde donde fuimos paseando al cercano muelle donde estaba atracadso el barco.

En Ilhéus nos sorprendieron eliminando el bus de aproximación y sustituyéndolo por una "excursión obligatoria" al centro (7 € i/v) . Los pocos taxis y furgonetas se pusieron de acuerdo en no aceptar pasajeros para trayectos cortos con una actitud un tanto mafiosa.
La primera visita fue la catedral de Säo Sebastiäo en la que predominan los tonos pastel claros. Junto a ella estaba el bar Vesubio y el teatro Municipal.
En la calle principal destacaba la Casa de Cultura Jorge Amado. Cerca estaba el Palacio Paranaguá que no se podía visitar.
El Mercato de Artesanato no tenía excesivo interés.
Algo más alejado estaba la casa do Coronel Misael Tavares, la iglesia de Säo Jorge y la casa de Tonico Bastos.Todo el pueblo nos recuerda a los personajes de ficción de Jorge Amado.
Forografiamos el Bataclán después de tomar unos jugos escuchando música en directo en la terraza del bar Vesubio (que dispone de Wi.Fi).

La excursión de ocho horas en Río de Janeiro la teníamos reservada con Rio Máximo Tours por 600 reales el alquiler de la Van y la guía. Fuimos 12 personas con transporte privado ya que se nos unieron cuatro compañeros del barco. Salimos a 50 reales por persona.
La primera parada la hicimos en el sambódromo y la segunda en la moderna catedral con enormes vidrieras multicolores.
Subimos a lo alto del Pan de Azúcar (54 reales) envueltos en la niebla aunque al poco rato mejoró algo la visibilidad.
El tráfico del centro estaba complicado cuando pasamos por Lapa y Santa Teresa cuyo tranvía no funcionaba.
Paseamos por la playa de Copacabana frente al hotel del mismo nombre y comimos en un chiringito de Ipanema cerca del Arpoador.
Fuimos al Corcovado pasando por Lagoa donde estaban instalando el árbol de Navidad flotante más grande del mundo.No pudimos ver el Cristo debido a la niebla. No obstante desde el mirador de Santa Marta al bajar del Corcovado vimos unas bellas vistas de la ciudad.
Paramos junto a un barrio de favelas y pasamos por el estadio Maracaná, que estaba en obrasa, antes de regresar al barco.

En Santos alquilamos un taxi para 5 personas (18 reales) ya que hubo "bajas" en el grupo debido a la lluvia en el momento del desembarco. Hicimos unas fotos en Orla da Praia (el mayor jardín continuo del mundo con 7 km de extensión) y visitamos el Museo do Café que albergó la Bolsa Oficial del Café en Santos.(2,5 reales)
Después tomamos el Bonde (tranvía) en la Praça Mauá (2,5 reales los jubilados) para hacer el recorrido turístico de la ciudad.
Finalizado el recorrido regresamos al barco con un bus de servicio público (3 reales).

Buenos Aires supuso para nosotros el final del crucero y el inicio del circuito por Argentina.

EVALUACIÓN DEL CRUCERO

Finalizado el crucero y el posterior circuito por Argentina es el momento de hacer valoraciones.
Como decía Silvia Miralles en la presentación de sus espectáculos en el Gran Teatro Mirasierra la palabra adecuada para calificarlo es EXCELENTE.

Las instalaciones del barco son amplias y correctas, tanto los camarotes como los espacios comunes en los que predominan los espacios abiertos.

La oferta de comida es de calidad, variada y excesiva en cantidad como es habitual en los cruceros.
El servicio en los restaurantes es profesional y atento. Nuestra felicitación a Poli y a Tarsi que atendían con mimo a la mesa 6.

El servicio de camarotes era también satisfactorio.
La animacíón bastante activa y los espectáculos variados, entretenidos y de calidad aceptable.
El capitán y sus oficiales accesibles y dispuestoa a dar todo tipo de explicaciones.

La elección del Grand Celebration un acierto y la relación calidad/precio excelente. No nos importaría repetir con otro itinerario transatlántico diferente.